La verdad es que sí que tengo abuela y en parte gracias a ella, he aprendido a valorar mucho más a las personas, a querer darles parte de mi, pues desde adolescente he ido viendo la evolución de mi abuela con alzheimer y me he ido preguntando multitud de veces sobre valores como la paciencia, la familia, la necesidad, los servicios sociales, etc.
Pero empezaré explicando por qué un chico que le encantaba ir al pueblo e ir al monte con su familia, acabó estudiando Diplomatura de Trabajo Social...
Desde pequeño mi afán por coger ranas, saltamontes y todo bicho viviente que se cruzara en mi camino me hizo reflexionar sobre mi futuro: QUERÍA SER VETERINARIO. Mi camino hacia esa dura carrera universitaria se vio truncado cuando entraron en mi vida las matemáticas avanzadas, la física y la tabla periódica. Elegí LETRAS.
Obviamente estaba frustrado y cada vez que mis padres me repetían que lo mío sería "la doble" (Derecho y ADE) me entraban mareos... No podía estudiar algo así en la vida porque para empezar a conocernos bien diré que soy muy inquieto y está claro que esa carrera no era para mí.
Me sentaba en la biblioteca a estudiar Filosofía y no me leía la primera hoja porque mi cabeza estaba pensando sobre distintas actitudes de mis compañeros, sobre la política, sobre el bienestar social... Mi profesora de Filosofía decía: "no he conocido a nadie que pudiera sacar dos hojas de una teoría aristotélica que ni siquiera ha estudiado". Hasta que me conoció a mi.
Visitación, que así se llamaba mi abuela, me hizo valorar la importancia de los Centros de día, de la Ley de Dependencia, de que otras personas dediquen tiempo a otras personas, de que el bienestar social de las personas dependen de los recursos y servicios que ofrecen el Estado.
Así que entre mi originalidad y mi don de gentes para conseguir aprobados en los "despachos" me hizo terminar donde estoy. La verdad es que no ha sido mi vocación siempre pero ahora ME ENCANTA LO QUE HAGO.
Pese a haber elegido la especialidad en "Infancia y adolescencia" me encanta el trato personal con la gente y conseguir lo que busco mediante mi verborrea y mi esfuerzo.
Creo que tengo un don para tratar con las personas que no conozco y eso se lo agradezco a la educación que me ha dado mi hermana mayor, que desde pequeña le ha encantado el teatro, me ha ido metiendo en pequeñas actuaciones de teatro, en monólogos, en malabares, globoflexia.... y sin darme cuenta al final mi pasión superó a la de mi hermana, sí, soy un loco del teatro, y por lo tanto soy, cuando quiero, un actor hacia las personas.
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